Todo sobre las Grasas – Necesaria en nuestra ingesta diaria – Parte 3

Luego de entender lo importante que es la grasa para llevar una dieta calórica realista, te daré mayores y mejores pruebas para incluirla como parte de tu ingesta diaria, incluso en cada una de tus porciones de alimento, salvo algunas excepciones, que analizaremos en detención.

Recuerda que hablé un poco de esto en el artículo “Los Grandes Errores de las Dietas Populares”, cuando me referí a las dietas bajas en grasa. Te recuerdo que los ácidos grasos esenciales son la clave para el correcto funcionamiento del organismo y esto tiene que ver con los resultados que buscamos. Los ácidos grasos esenciales (que ya hablaremos de ellos en extenso), son el Omega 3 y el Omega 6. Y generalmente poca gente se preocupa de consumirlos en su dieta habitual, menos aún si llevamos una dieta baja en grasa.

Además, como ya adelantamos en el artículo anterior, consumir un alimento o producto sin grasa, deja muchas probabilidades que el único macronutriente en ese alimento sea carbohidratos. Consumir carbohidratos sin otro macronutriente, aumenta rápidamente los niveles de azúcar en la sangre y por consecuencia se producen desbalances hormonales: el páncreas libera mucha insulina, lo que descompensa a nuestro organismo. Si recuerdas, la clave de nuestro éxito es mantener durante todo el tiempo los niveles de insulina y glucagón estables, ya que ambas hormona son necesarias. El problema se encuentra cuando se producen alzas bruscas de alguna de estas dos hormonas.

Un nivel estable de insulina es beneficioso para la salud, incluso te ayuda a aumentar la musculatura y mantener los niveles estables de energía, llevando carbohidratos y proteína a nuestros músculos, pero cuando se produce una sobre estimulación del páncreas por consumir carbohidratos de rápida asimilación, (1) un alza de insulina hará que todos los carbohidratos ingeridos se vayan directamente a los tejidos adiposos, peor aún, (2) detiene el proceso de liberación de grasas para ser ocupadas como energía. Y lo peor de todo: (3) cuando se producen estas alzas de insulina, luego viene una baja, lo que produce una ansiedad por comer al poco tiempo. ¡Triple efecto negativo!.

Otro efecto hormonal negativo, es que la baja ingesta de grasas, provoca una reducción significativa en la testosterona, hormona la cual trae bastantes beneficios estéticos. De esta hormona no hemos hablado, y nos referiremos en extenso más adelante, pero a diferencia de la creencia popular, esta hormona no es sólo propiedad de los hombres, sino que también las mujeres la tienen. Diferentes niveles de esta hormona, puede hacer grandes diferencias en nuestro objetivo estético.

Finalmente, no consumir un macronutriente en particular, en este caso las grasas, también puede hacerte caer en el modo de reservas de energías. ¿Recuerdas que hablamos de este tema en «Porqué las dietas comunes siempre fallan»?. Bien pues, aun que lleves una dieta con la cantidad justa de calorías, pero sin la grasa necesaria, también podría hacer fracasar tu objetivo y lo único que ganaras será retener la grasa en ese “rollito” regalón.

¿La solución entonces? ¡Consumir grasa en nuestra dieta! Y como dije, ideal si fuese en cada porción de alimento. La única vez que puedes obviar esto, es únicamente para provocar intencionalmente una asimilación de carbohidratos. Como por ejemplo, después del volver del gimnasio o luego de una sesión fuerte de ejercicios (ya lo explicaré en detalle).

Pero es importante: tampoco se trata de comer en grandes cantidades y de cualquier tipo. Una vez más debes estar atento a las calorías y la calidad de las mismas, como veremos en el siguiente artículo.


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